La Gabardina
La ropa es una forma de documentar la historia, una forma de entender más a la sociedad y la tecnología, y un medio de producción y suministro, pero también un medio para expresarnos. He aquí la historia de la gabardina.
La gabardina: De los campos de batalla a ícono de la moda
La gabardina tiene su origen en la Primera Guerra Mundial, donde se utilizó como una prenda resistente y funcional para los soldados en las trincheras. Diseñada inicialmente por Thomas Burberry en 1879, la gabardina fue adoptada por oficiales británicos debido a su capacidad para resistir las duras condiciones climáticas. Con el tiempo, la gabardina se convirtió en un ícono de estilo fuera de los campos de batalla, inmortalizada por estrellas como Humphrey Bogart y Audrey Hepburn.
Durante la guerra, los abrigos de lana que usaban los soldados demostraron ser ineficaces ante el barro y la lluvia. Las gabardinas hechas por Burberry y Aquascutum, más cortas y resistentes al agua, ofrecían una mejor protección contra los elementos. La estructura del abrigo incluía hombreras para mostrar el rango, una solapa abotonada para protección adicional y un escudo en la espalda que permitía que el agua se escurriera.
A lo largo de los años, las hombreras y la estructura funcional de la gabardina se mantuvieron, pero el abrigo evolucionó hacia un símbolo de elegancia y sofisticación. Actores como Humphrey Bogart y Marlene Dietrich contribuyeron a su imagen icónica en Hollywood, usándola en clásicos del cine negro y convirtiéndola en una prenda asociada al misterio y el estilo.
Los orígenes y evolución de la gabardina
La invención de la gabardina se atribuye a Thomas Burberry, quien desarrolló un tejido impermeable llamado gabardina en 1879. Sin embargo, Aquascutum también reclama su lugar en la historia, afirmando haber creado versiones tempranas de la gabardina durante la Guerra de Crimea en la década de 1850.
Durante la Primera Guerra Mundial, Burberry suministró medio millón de gabardinas a los oficiales británicos. Su diseño ligero y resistente a la intemperie hizo que esta prenda fuera indispensable en los campos de batalla. Tras la guerra, los soldados regresaron a casa con sus gabardinas, lo que ayudó a que la prenda ganara popularidad entre el público general. La imagen de los soldados heroicos que regresaban con sus abrigos de combate impregnó la gabardina de un aire de patriotismo y resistencia, cualidades que la hicieron aún más atractiva para los consumidores.
La gabardina en la moda moderna
Con el paso del tiempo, la gabardina no solo se mantuvo como un básico de armario, sino que se adaptó a las nuevas tendencias. La influencia de Hollywood en la década de 1930 fue crucial para cimentar su estatus de prenda icónica. Las películas de gánsteres y cine negro la convirtieron en un símbolo de elegancia masculina, mientras que actrices como Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes consolidaron su popularidad entre las mujeres. En la década de 1950 y 60, la gabardina ya no era solo una prenda funcional, sino un elemento clave en la moda de alta costura y prêt-à-porter.
Marlene Dietrich, pionera en desafiar las normas de género de la época, fue una de las primeras mujeres en adoptar la gabardina como símbolo de empoderamiento. Esta prenda, que inicialmente fue diseñada para hombres, se convirtió en un elemento clave de la moda femenina, destacando por su versatilidad y sofisticación.
Hoy en día, marcas como Burberry y Aquascutum siguen siendo líderes en la producción de gabardinas, y otras marcas de moda producen sus propias versiones cada temporada. La gabardina ha pasado a formar parte de la cultura popular y es una prenda que no muestra señales de desaparecer de las pasarelas y las tiendas de moda.
La gabardina como prenda unisex
Uno de los elementos más destacados de la gabardina es su capacidad de ser una prenda unisex. A pesar de su origen militar, pronto se adaptó tanto para hombres como para mujeres. Durante el siglo XX, la gabardina adquirió una imagen más neutra, permitiendo que tanto hombres como mujeres la adoptaran como parte esencial de su vestuario. Esta evolución hacia una prenda versátil y atemporal consolidó su lugar en la moda como un básico imprescindible.
La gabardina y la psicología de la guerra
Según la profesora Jane Tynan, la gabardina no solo fue una innovación en términos de funcionalidad, sino que representó un cambio en la psicología de la batalla. En lugar de los uniformes coloridos que solían distinguir a los ejércitos, la gabardina introdujo un concepto más funcional y discreto en la vestimenta militar, destacando por su color caqui y su resistencia a las inclemencias del tiempo.
Además, la gabardina alivió muchos de los problemas que enfrentaban los soldados en las trincheras, como el lodo y el frío, pero a pesar de su idoneidad, nunca fue un suministro reglamentario para todos los soldados. Sin embargo, las cualidades que la hicieron útil en el campo de batalla también la convirtieron en un éxito entre el público, lo que llevó a su adopción masiva tras la guerra.
Un ícono en constante evolución
Hoy en día, la gabardina sigue siendo una pieza clave en el mundo de la moda. Se ha convertido en un símbolo de elegancia atemporal, adaptada a los cambios en la moda, pero fiel a su diseño funcional y estructurado. Las campañas de marcas de lujo como Burberry continúan explotando el legado militar y la sofisticación que la gabardina representa.
En resumen, la gabardina ha recorrido un largo camino desde su origen militar en las trincheras de la Primera Guerra Mundial hasta convertirse en un clásico perenne del vestuario moderno. Con su combinación de estilo, funcionalidad y durabilidad, la gabardina ha demostrado ser una prenda que trasciende el tiempo y las tendencias.
Cien años después de su creación, la gabardina sigue siendo un símbolo de estilo y resistencia, tanto en los campos de batalla como en las calles de las ciudades.